El Informe de China

 

"Entonces dijo a sus discípulos: La mies es mucha, pero los obreros pocos.
Por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies."
(Matéo 9:37 y 38)

Misión Cumplida

La meta de nuestro ministerio era predicar el Evangelio en cada una de las 800 ciudades en China para el año 2000 por medio de una masiva distribución de literatura. Una gran parte de este informe es dedicada a la misión requerida para alcanzar la última ciudad. Yo oro que seas animado por la fidelidad de Dios entre lo imposible.

El enfoque principal del ministerio es la distribución de la literatura evangelística, con un énfasis pesado en "bombardear con folletos evangelísticos." Esto es el acto de ir a hurtadillas a través de una ciudad por la madrugada y cubrir áreas enteras con folletos de las Buenas Nuevas. A medianoche, todos están bien dormidos, totalmente ignorantes del hombre de negro en su puerta, dejando atrás huellas de papel con el mensaje de salvación. Esto es fácilmente la más grande, clandestina, y encubierta promoción del Evangelio de Jesucristo en el país más poblado del Mundo.

Durante mi último viaje al corazón de China, distribuí alrededor de 150.000 folletos evangelísticos, y viajé por muchas de las provincias, entregando las Buenas Nuevas que Jesús viene a buscar y salvar a los perdidos; que, aunque somos pecadores, Jesucristo paga la penalidad por nuestro pecado para que no tengamos que pagarlo nosotros mismos. Él creó el único puente que cruza la fisura entre nosotros y Dios, la fisura creada por nuestros pecados. Y, si seguimos el sendero que Jesucristo nos hizo, entonces seremos bienvenidos en la presencia de Dios. "...si confiesas con tu boca a Jesús por Señor, y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo." (Romanos 10:9)

Alabado sea Dios por Su bondad. Que bendición es el ver a Dios trabajar a tu beneficio ante tus ojos, el verlo hacer lo imposible, el verlo crear la forma de hacerlo cuando no la hay.

Desde el principio hasta el fin, este viaje es un testiminio de la gracia de Dios. Su fidelidad, misericordia y bendiciones son sin fin y no se pueden medir. En tres meses de contrabandear y de "bombardear con folletos evangelísticos," ni una sola cosa mala me pasó, y cada dificultad se convertió en una victoria.

Hubo mucha gente que oraba, hasta unos niños oraban por mí cada día. Dios me dijo que, por las oraciones que llegaban por mí, Él iba a bendecirme y guiarme en cada paso. Calamidades le sucedían a toda la gente alrededor de mí, pero nada me tocó.

Un Método de Distribución que Tuve que Dejar

Disfrutar la complejidad de la distribución moderna y clandestina de propaganda religiosa puede ser una experiencia emocionante. Que alegría es el ver a la gente recoger los folletos que les has lanzado desde tu bus en marcha. (Esta práctica la habíamos rechazado debido al hecho que nuestra gente se atrapaba realizando este aspecto del ministerio. Por lo visto, algunos oficiales no apreciaron recibir las Buenas Nuevas de esa forma. Llamaron a los oficiales en la ciudad, y cuando mis compañeros llegaron, fueron saludados por oficiales armados y escoltados a la delegación. Allí les dieron, en la forma más lenta posible visas canceladas después de un día entero de interrogatorio.) Pero, antes de que todo esto pasara...

Fue divertido ver a los Chinos recogiendo los folletos que se les habían lanzado del bus, entonces decidí tomar unas fotos. Con la cámara en una mano y un folleto en la otra, esperé ansiosamente para ver la siguiente persona. Mirando afuera por la ventana del bus, lancé folletos a tres personas y agarré la cámara mientras una de las personas estaba recogiendo un folleto. Cinco folletos son tirados a la vez, mantenidos juntos por una liga de goma para más peso y facilitar el tiro. El señor había sacado la liga y dado los folletos sobrantes a sus compañeros. "Allí tienes, eso es lo que haces con ellos." Él y sus compañeros siguieron caminando hacia el bus, así que yo podía tomar una buena foto de lo que, ojalá, fueran algunos que recibían la oferta de Jesús del perdón. "Ahora, vayan, establezcan una iglesia, y escríbanos."

Un Amigo

Durante mi previo viaje, tuve el privilegio de ayudarle a un joven a recibir el perdón de Jesús. Mantenemos el contacto por correo. Esto ha proveído la oportunidad de enseñarle y animarle en su fe, pero aún soy el único cristiano que él conoce. Me pregunté si era posible volver a verlo en persona y darle de saber que él no está solo y que alguien está orando por él. Entonces, varios meses antes de irme para China, le despaché una carta diciendo que yo estaría en su vecindario en tal y tal fecha. "Encuéntrame en un cierto pueblo chino en un cierto lugar." Pasó mucho tiempo hasta que llegó una respuesta. Por fin, dos días antes de irme a encontrarlo, mis papás me enviaron un email diciendo que su carta había llegado.

Hacía 10 meses desde que yo no había visto a mi amigo, pues tuvimos mucho de que hablar. Recientemente, él encontró un empleo ganando $25 dólares americanos por mes, y le agradecía a Dios por ello.

Después de cenar, oramos y salimos a pasear en la ciudad por la noche. En ese momento, yo no tenía ninguno folleto, pero aún había algunas Biblias Chinas en mi mochilla. Entonces, me mostró dónde se ubicaban todas las escuelas en la ciudad, y puse una Biblia en cada escuela. Créeme, las escuelas son absolutamente el mejor lugar para poner tu propaganda religiosa. Garantizo que cada una de esas Biblias fue recogida por algún estudiante; son tan curiosos.

Mi amigo no sabía de las colocaciones de las Biblias, entonces no entendía por qué me divertía tanto. "Eso es una escuela?" "Sí, es un colegio," él me contestaría. "Me gustaría verlo." Al llegar en la entrada del colegio, yo le preguntaría, "Qué dice aquel letrero?" Dirigiría su cabeza hacia el letrero y, "PLOP" allí se colocaría una Biblia. "Podrías llevarme a otra escuela?"

Caminamos por la ciudad y hablamos por horas. Mi amigo lee su Biblia y habla con Dios cada día. Está muy agradecido a Dios por las pequeñas bendiciones que ha recibido. Eso es más que lo que hace la mayoría de cristianos. En una de sus cartas, escribió, "Cada noche, antes de acostarme, leo un pasaje en la Biblia....Creo que pronto seré un maestro y luego enseñaré a la gente que me rodea. Desde entonces no estaré solo jamás. No crees que es una buena idea?" Lo es. Ahora, no hay una iglesia para mi amigo; está solo en su fe. Porfavor, ora que se quede cerca de Dios y que viva su vida por el Señor.

Tratos Clandestinos

Recientemente, los creyentes de la iglesia clandestina pidieron que les suministáramos materiales que les ayudarían a presentarles a Jesús a sus compañeros y amigos. Le contactamos a un pastor de una iglesia clandestina y nos pusimos de acuerdo sobre un tiempo para trasladar la literatura. Recibimos 500.000 folletos evangelísticos de nuestros contactos. Esto duró el día entero. El punto crítico del tralsado al contacto de la iglesia clandestina (el cual podría haber sido observado) ocurrió dentro de 60 segundos, debido a la cooperación de muchos.

La noche siguiente, el pastor nos informó que apenas 4 días antes él había estado llevando los materiales que el equipo norteamericano trajo a una conferencia de pastores de iglesias clandestinas. Porque una neblina había llegado, el gobierno había cerrado una carretera y el pastor tuvo que regresar con los materiales. Luego supo que el lugar de la reunión fue atacado inesperadamente por la policía. Dios había mandado la neblina para proteger al pastor.

Recibimos una ofrenda para darles a las familias de los que habían sido capturados. Mi corazón estaba tan quebrantado por ellos que di más de lo que podía gastar, y dentro de unos minutos uno de los norteamericanos dijo, "Dios me mandó a darte esto." Puso en mi mano el monto exacto que yo había dado. Dios sabe proveer por cada necesidad.

Aquellos pastores estaban abiertos a sacrificar todo por el Evangelio. Por lo que yo sé, la mayoría han sido excarcelados y ya han vuelto al campo para servirle a Dios. Aleluya!

Como la Última Ciudad de los 800 Fue Alcanzada

La "Última Ciudad" de los 800 que fue alcanzada (ver "Misión Cumplida," arriba) tiene como nombre de cifra "Kamikaze." "Kamikaze" es una base militar, y bases militares son como ciudades prohibidas y extranjeros no son permitidos entrar ni pueden comprar pasajes de bus ni tren para llegar. Solo chinos nativos son permitidos entrar.

Mi plan era disfrazarme, conseguir un bus para Kamikaze que llegara entre 10 de la noche y 1 de la madrugada, "bombardear" la ciudad con folletos evangelísticos, buscar un lugar remoto para quedarme hasta poder tomar un taxi escapándome al pueblo más cercano, y conseguir un bus para regresar al punto inicio.

Fue un viaje de 24 horas por tren a la capital provincial que hospedaría mis operaciones de esta misión. Mucha oración pedí al  hogar de mi parte y Dios ya había trabajado soberanamente en varias ocasiones. La Policía de la Frontera, puntos de inspección, guardas en las estaciones de tren--todo fue evitado con la ayuda del Señor. Una noche, mi relój dejó de funcionar y no fue hasta ese momento que me dí cuenta de cuánto yo lo necesitaba para esta misión. Con ningún conocimiento de relojes y una pequeña oración, empecé a desarmarlo. Después de rearmarlo dos veces, volvió a funcionar. Gloria a Dios!

En el tren, viendo por la ventana, vi que había empezado a nevar. Ya estaba en los fines del año. Esta misión iba a estar fría de todas maneras, y la última cosa que yo necesitaba era la nieve. Después de orar, el asunto fue dejado en las manos de Dios. Al llegar en la capital de la provincia, la nieve paró y el sol salió.

Un día entero reveló mucha información. Es un viaje muy largo a Kamikaze, pues, tomar el bus no serviría. El tren pasa por Kamikaze a las horas indicadas--6 de la mañana de ida, y medianoche de vuelta. Es mi plan, ir por la ciudad prohibida por la mañana y bombardearla con folletos a la vuelta por la noche.

Metí los folletos, Biblia, agua y mi máscara de esquiar en mi mochilla que llevaba, guardé el resto de mis cosas en la terminal del  bus al otro lado de la calle, y subí el tren. No iba a llegar a la ciudad indicada hasta la mañana siguiente, pues tuve un tiempo para pasar con Dios. Deberìas entender algo de ser misionero: Mientras estás en el campo, probando tu fe, la Biblia se convierte en algo tan real y vivo porque estás aferrándote a Sus promesas. Cuando yo leo la Biblia en China, siempre encuentro un mensaje que Dios está tratando de que yo entienda, o algo que necesito aplicar diariamente. Entonces, leo la historia de Esteban llegando a ser mártir mientras estoy en camino a infiltrar una de las principales bases militares en China, me pongo un poco nervioso. Cuando la última parte de la historia fuera leída, Dios habló claramente a mi corazón, llamándome por mi nombre, "Estás dispuesto a morir en el intento de llevar el Evangelio a esta ciudad?"

"Déjame orar sobre esto," fue mi respuesta súper espiritual. No creía que era tan serio, mi mente empezó a correr. Si respondo "Sí" a esa pregunta, Dios puede decir, "Pues, morirás." Pero, si digo "no," puede que yo esté fuera de la voluntad de Dios por el resto de mi vida.

Qué pasaría si esto fuera el propósito de Dios para mi vida? Predicar el Evangelio en esta ciudad aislada que talvez nunca haya escuchado lo que Jesús hizo por ellos. Quién soy yo para discutir con el Dios vivo?

"Sí, Señor, estoy dispuesto a morir para llevar el Evangelio a esta ciudad."

Esto fue la respuesta tierna y consoladora del Señor, "Pues, no tienes nada que preocuparte, verdad?"

Mi despertadora estaba puesta para las 5 de la mañana (0500). Quería estar despierto cuando el tren pasó por Kamikaze para enterarme sobre cualquier pedazo de información que sería útil en bajar esa noche. El tren se paró. Noté el letrero--ahora muy familiar para mí--indicando el nombre de la ciudad.

Examinando lo que podía ver de la ciudad por medio de la ventana del tren, vino una preocupación a mi mente. Había guardas militares, policías, y personal de seguridad por todos lados. Creaban un embudo humano que iba en cada dirección, haciendo que todos los que bajaron del tren tuvieran que pasar por el punto de seguridad. Solo una persona pudo pasar a la vez. Un Jeep militar ubicado en el otro lado del portón brillaba con sus luces en la cara de cada persona mientras los guardas en cada lado revisaban su boleto.

"Señor, cómo se supone que yo salga de esto esta noche? Tendrás que hacerme invisible."

Dios me recordó de una promesa y me dio un mandato, "Cada parcela de tierra que tus pies pisan será tu herencia. Bájate del tren."

Bajé a la plataforma de una ciudad prohibida para extranjeros y la clamé para Dios, diciendo, "Esta noche, el Evangelio de mi Señor, Jesucristo, será extendido por tus calles. Este día, le perteneces a mi Dios."

Me dijeron que volviera a subir al tren. Horas después, llegué a punto de devolverme. Sería aún más horas antes de que el tren empezara su vuelta a la capital provincial. Cuando estás para infiltrar una base militar hay muchas dudas que pasan por la mente y existe una sola Persona en el universo que las puede responder. Pasé mucho tiempo hablando con esa Persona y leyendo una pequeña Biblia que tuve conmigo. Cada historia que leí del libro de Hechos trató de Dios, intercediendo y ayudando a Su gente. Como cuando encerraron a Pedro en la prisión, cuando el ángel llegó y lo liberó, abriendo la puerta de la celda, llevándolo por delante de los guardas, abriendo la reja de la prisión, y Pedro fue directamente a la ciudad. "Señor, eso es lo que necesito que hagas para mí. Llevarme por delante de los guardas y hasta la ciudad."

Otro problema pendiente era que, una vez dentro de la ciudad, cómo saldría yo de allí? En ese momento, leí la historia de Felipe cuando ministró al Etíope. Después de haberlo bautizado, Felipe fue transladado instantaneamente a la siguiente ciudad por el Espíritu de Dios. "Señor, eso sería muy útil esta noche."

También, Dios me recordó de la ocasión en que el siervo de Eliseo fue donde él y le dijo que había un ejército rodeándolos para matarlos. Eliseo oró, "Señor, te ruego que abras sus ojos para que vea." Y los ojos del siervo fueron abiertos y pudo ver en el monte caballos y carros de fuego alrededor de Eliseo--el Gran Ejército del Señor de los ejércitos. Y Dios consoló mi corazón porque cuando bajara del tren en Kamikaze, habría más conmigo que con ellos. Él es un Gran Dios!

Mi contacto me había dicho que comprara un pasaje para la capital provincial en vez de uno para Kamikaze para parecer inocente en caso de que me atraparan. El problema que se me ocurrió con eso fue que, si los guardas revisaran mi pasaje, verían que fue para otro destino y me dirían que volviera al tren. Una idea brillante vino a mi mente. Podría decirle a la cajera en la boletería que mi amigo chino quiere ir a Kamikaze y no tiene los fondos y pues quiero comprarle un pasaje. Así, yo tendría un boleto para parecer inocente y otro para pasar la seguridad sin que sospecharan. Una sonrisa traviesa apareció en mi rostro. Y escuché una voz benévola hablarle a mi corazón, "No dependas de la decepción para tu victoria."

"Qué se supone que yo haga si me hacen pasar por el punto de seguridad?" pregunté. "Qué te dijo la persona que yo puse en autoridad sobre tí?" "Él me dijo que pasara por el punto de seguridad, pero después que caminara por el ferrocarril hasta que pudiera entrar la ciudad," respondí. Y ya entendí. Si le obedecería a la persona que Dios había puesto en autoridad sobre mí, eso me daría la bendición de Dios.

El tren llegaba a Kamikaze y yo estaba por la salida, llevando mi disfraz. Frenamos a parar, y el encargado me preguntó si quería bajar. No estando seguro de qué esperar después de lo que había visto esa misma mañana, bajé, me dirigí a la izquierda y empecé a caminar. No hubo ningún guarda a la vista. Dios no tenía que hacerme invisible. Justo hizo que todos los demás fueran a casa.

Un letrero anunciando el nombre de la "Última Ciudad" estaba en plena vista. El frío era escalofriante en ese lugar oscuro penetraba mi máscara de esquiar. Un portón abierto, medio kilómetro atrás, había proveído una entrada a la ciudad. En el portón había un guarda de seguridad al que yo podía escuchar alrededor de la esquina y una luz brillante, alumbrando el área. "Señor, cómo pasaré por esto?

"Esto es tu entrada a la ciudad," me respondió.

"Dios, protégeme," oré. Moviéndome en silencio a través del portón, entré las sombras en el lado opuesto y eché un vistazo para atrás. El guarda me presentaba su espalda, viendo televisión. Ya logré entrar. Hora de ocuparme de mi misión.

Los umbrales, las repisas de ventana, las escaleras, todo le llevó el mensaje de la salvación a quien lo escucharía. "Señor, rodéame con Tus ángeles. Ve antes de  mí y detrás de mí. Sé mi guardia trasero. Mantén los ojos que escrutan lejos de mí. Muéstrame donde ir." Oré todo el tiempo. En mi mente yo podía oír la música de la película, Misión Imposible.

El área se encerró con una pared que la rodeaba y el guarda de seguridad que yo había evadido salió y cerró la reja. Que bueno, ¿ahora qué? Después de bombardear el área entera con los folletos, encontré una reja en el otro lado. Esta también tenía  un guardia, pero él estaba dormido y la reja estaba abierta. Saliendo del área a la ciudad, era como si Dios hubiera preparado este lugar para mi venida. Normalmente, una ciudad china está bien iluminada y hay personas por todas partes a todas horas de la noche. Esta ciudad tenía muy poca luz y apenas había gente por allá. Así que yo estaba libre para ir haciendo el negocio de mi Padre sin ningún problema.

Bombardeando con folletos entre varios edificios de apartamento y alrededor de una milla de callejones, vacié mi bolsa de folletos. Ya es hora de encontrar un lugar discreto para quedarme hasta que los taxis empiecen a pasar. En mi camino al borde del pueblo, un guarda andaba que me notó y brilló su linterna en mi cara. Yo lo ignoré, manteniendo mi cabeza hacia abajo y oré. El decidió que yo no era nadie y continuó por  la dirección opuesta.

En el borde del pueblo, había una pared donde yo me paré  para evitar el viento frío que soplaba desde el desierto. Cinco capas de ropa no eran suficientes. Tuve que agitarme para calentarme. Hielo se formaba en mi máscara de esquiar. Cerrando mis ojos oré, "Señor, ahora yo necesito que me lleves fuera de aquí. Dios, así como transportaste a Felipe instantáneamente a la próxima ciudad, yo te pido transportarme a la capital de la provincia." Puede que para tí sea una sorpresa--yo estaba asombrado también--pero cuando abrí mis ojos, yo estaba todavía en Kamikaze. Ah bien, valía un intento, ¿no?

Pues, seguí caminando en círculos por tres horas hasta saber que ya había taxis en la estación de tren porque estaban allí la mañana antes. Sólo unos minutos pasaron de esperar en una posición oculta y un taxi llegó. Acercándome, quería hablar chino lo más poco posible, así que yo justo le mostré las características del pueblo donde quería llegar. Quedamos con un precio y subí, pero el conductor no se movió. "Vámonos para esa ciudad," le dije en chino, pero él solo se quedó allí y dijo cosas que no entendí.

Después de un minuto de eso, pensé, "Quizá él se dé cuenta de quién soy." Salí y anduve calle abajo. El entraba a la estación. "¡Que bueno! Hay policías allí." Otro taxi llegó, pero yo no iba a volver. Unos minutos luego yo oí un vehículo arrancarse calle abajo. Las luces andaban de aquí para allá como si ellos me buscaran. "Señor, qué haré ahora?" Ellos me vieron. Un hombre salió de la camioneta e indicó con la mano que me le acercara. Correr no me sirve ahora. Cuando yo me acerqué, él empezó a ir para a la estación. Era el conductor que traté de obtener para llevarme más temprano. El hombre todavía en la camioneta dijo, "¿Usted quiere que yo lo lleve allí? El precio es..." Subí y, le di gracias a Dios, esta vez empezó a moverse. Mi conductor pasó por su casa a la salida del pueblo y su esposa fue con nosotros. Ellos probablemente pensaron que yo era peligroso. No se veía nada por la máscara, salvo mis ojos. Las palabras no pueden describir el sentimiento que yo sentía mientras la ciudad prohibida desaparecía detrás de nosotros. Ya había terminado, Kamikaze tuvo 3.450 mensajes de las Buenas Nuevas de Jesucristo.

No subestimes el poder de la oración. No subestime el poder de la Palabra de Dios. Dios es fiel, Su Palabra es verdadera y El hará lo que El dijo que El haría.

Era un viaje de tres horas manejando a mi destino. Cuándo nosotros llegamos, tomé una foto de mi conductor, de su esposa y de el que llame mi "vehículo de huida." Una hora luego, yo estaba en un autobús yendo para la capital de la provincia. La Ochecientoava y "la Última Ciudad" había sido alcanzada.

Toda gloria sea dada a Dios. Si llego a sentirme orgulloso por causa de este logro, yo estaría robándomela de Dios Su gloria y El no la compartirá con otro.

El Futuro de China

Creo que el día vendrá cuando la iglesia clandestina de China se reconocerá como el movimiento más poderoso en la historia de la iglesia. Recibimos constantemente cartas de ésa, pidiendo Bíblias y otros materiales. No hay manera de saber cuán grande es la iglesia clandestina, pero las estimaciones me alentan. Ora, por favor, por ellos. Ya es hora de inundar China con el Evangelio mientras el país aún está cerrado a religiones extranjeras. Las almas de China tienen hambre y están gritando, "¡Debe haber más!" Dios utiliza a los hombres. Si hacemos nuestra parte, veremos la salvación de una nación. Las multitudes están en el Valle de Decisión. "¡Alzad vuestros ojos y ved los campos que ya están blancos para la siega. Ya el segador recibe salario y recoge fruto para vida eterna..." (Juan 4:35, 36)

Cartas Traducidas de China

"Encontré tu mensaje de Jesús y puedo ver el amor por nuestro país que tú tienes por mandar estos por todas partes, y yo veo que amas mucho al Señor para esparcir tanto el Evangelio como haces."

"Después de que yo encontré tu folleto, nació un interés en mí para saber más de la iglesia y Dios. Yo ahora creo que Jesús sí murió en la cruz para salvar mi alma. Necesito aprender y crecer, entonces me puedes ayudar? Mándame algún material, gracias."

Contacto

La persona que vivió estas aventuras desea seguir anónimo con tal motivo de no arriesgar los viajes futuros. Sin embargo, él puede ser contactado por su iglesia local o por el ministerio que él representa. Estas conexiones se proporcionarán en una fecha posterior. Hasta entonces, contáctalo por eturner@jesusislord.org

Por favor, nota que aunque la meta de alcanzar las 800 ciudades de China para el año 2000 por este método se ha logrado, ¡El trabajo no se termina! ¡Únete!

 


Última Actualización 10/28/2009


Música de Fondo es: My Tribute (Mi Tributo) by (por) Andre Crouch



¿Cómo puedo decir "gracias" por las cosas que Tú has hecho para mí?
Cosas tan inmerecidas, pero siempre me las diste para demostrar Tu amor por mí.
Las voces de un millón de ángeles no podrían expresar mi gratitud;
Todo lo que soy y jamás espero ser, te lo debo todo a tí.

A Dios sea la gloria, a Dios sea la gloria,
A Dios sea la gloria por las cosas que El ha hecho.
Con Su sangre El me ha salvado; con Su poder me ha levantado;
A Dios sea la gloria por las cosas que El ha hecho.

Solo deja que viva mi vida; permite que te sea complacedor, Señor, a Tí.
Y si gano cualquier crédito, permite que ése vaya a la Calavera.
Con Su sangre El me ha salvado; con Su poder me ha levantado;
A Dios sea la gloria por las cosas que El ha hecho.

A Dios sea la gloria, a Dios sea la gloria,
A Dios sea la gloria por las cosas que El ha hecho.
Con Su sangre El me ha salvado; con Su poder me ha levantado;
A Dios sea la gloria por las cosas que El ha hecho.

(Etc.)

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