El Informe de China
"Entonces dijo a sus discípulos: La mies
es mucha, pero los obreros pocos.
Por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies."
(Matéo 9:37 y 38)
Misión Cumplida
La
meta de nuestro ministerio era predicar el Evangelio en cada una de las 800
ciudades en China para el año 2000 por medio de una masiva distribución de
literatura. Una gran parte de este informe es dedicada a la misión requerida
para alcanzar la última ciudad. Yo oro que seas animado por la fidelidad de
Dios entre lo imposible.
El
enfoque principal del ministerio es la distribución de la literatura
evangelística, con un énfasis pesado en "bombardear con folletos
evangelísticos." Esto es el acto de ir a hurtadillas a través de
una ciudad por la madrugada y cubrir áreas enteras con folletos de las Buenas
Nuevas. A medianoche, todos están bien dormidos, totalmente ignorantes
del hombre de negro en su puerta, dejando atrás huellas de papel con el mensaje
de salvación. Esto es fácilmente la más grande, clandestina, y encubierta
promoción del Evangelio de Jesucristo en el país más poblado del Mundo.
Durante
mi último viaje al corazón de China, distribuí alrededor de 150.000 folletos evangelísticos,
y viajé por muchas de las provincias, entregando las Buenas Nuevas que Jesús
viene a buscar y salvar a los perdidos; que, aunque somos pecadores, Jesucristo
paga la penalidad por nuestro pecado para que no tengamos que pagarlo nosotros mismos. Él creó el único
puente que cruza la fisura entre nosotros y Dios, la fisura creada por nuestros
pecados. Y, si seguimos el sendero que Jesucristo nos hizo, entonces seremos
bienvenidos en la presencia de Dios. "...si confiesas con tu boca a Jesús
por Señor, y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos,
serás salvo." (Romanos 10:9)
Alabado
sea Dios por Su bondad. Que bendición es el ver a Dios trabajar a tu
beneficio ante tus ojos, el verlo hacer lo imposible, el verlo crear la
forma de hacerlo cuando no la hay.
Desde
el principio hasta el fin, este viaje es un testiminio de la gracia de Dios. Su
fidelidad, misericordia y bendiciones son sin fin y no se pueden medir. En
tres meses de contrabandear y de "bombardear con folletos evangelísticos,"
ni una sola cosa mala me pasó, y cada dificultad se convertió en una
victoria.
Hubo
mucha gente que oraba, hasta unos niños oraban por mí cada día. Dios me
dijo que, por las oraciones que llegaban por mí, Él iba a bendecirme y guiarme en cada paso. Calamidades le sucedían a
toda la gente alrededor de mí, pero nada me tocó.
Un Método de Distribución que Tuve que Dejar
Disfrutar
la complejidad de la distribución moderna y clandestina de propaganda religiosa
puede ser una experiencia emocionante. Que alegría es el ver a la gente
recoger los folletos que les has lanzado desde tu bus en marcha. (Esta
práctica la habíamos rechazado debido al hecho que nuestra gente se atrapaba
realizando este aspecto del ministerio. Por lo visto, algunos oficiales no
apreciaron recibir las Buenas Nuevas de esa forma. Llamaron a los oficiales en
la ciudad, y cuando mis compañeros llegaron, fueron saludados por oficiales
armados y escoltados a la delegación. Allí les dieron, en la forma más lenta posible visas canceladas después de un día entero de
interrogatorio.) Pero, antes de que todo esto pasara...
Fue
divertido ver a los Chinos recogiendo los folletos que se les habían lanzado
del bus, entonces decidí tomar unas fotos. Con la cámara en una mano y un
folleto en la otra, esperé ansiosamente para ver la siguiente persona. Mirando
afuera por la ventana del bus, lancé folletos a tres personas y agarré la
cámara mientras una de las personas estaba recogiendo un folleto. Cinco
folletos son tirados a la vez, mantenidos juntos por una liga de goma para más
peso y facilitar el tiro. El señor había sacado la liga y dado los folletos
sobrantes a sus compañeros. "Allí tienes, eso es lo que haces con
ellos." Él y sus compañeros siguieron caminando hacia el bus, así que yo
podía tomar una buena foto de lo que, ojalá, fueran algunos que recibían la
oferta de Jesús del perdón. "Ahora, vayan, establezcan una iglesia, y
escríbanos."
Un Amigo
Durante
mi previo viaje, tuve el privilegio de ayudarle a un joven a
recibir el perdón de Jesús. Mantenemos el contacto por correo. Esto ha
proveído la oportunidad de enseñarle y animarle en su fe, pero aún soy el único
cristiano que él conoce. Me pregunté si era posible volver a verlo en
persona y darle de saber que él no está solo y que alguien está orando por
él. Entonces, varios meses antes de irme para China, le despaché una carta
diciendo que yo estaría en su vecindario en tal y tal fecha. "Encuéntrame
en un cierto pueblo chino en un cierto lugar." Pasó mucho tiempo hasta que
llegó una respuesta. Por fin, dos días antes de irme a encontrarlo, mis papás
me enviaron un email diciendo que su carta había llegado.
Hacía
10 meses desde que yo no había visto a mi amigo, pues tuvimos mucho de que
hablar. Recientemente, él encontró un empleo ganando $25 dólares americanos
por mes, y le agradecía a Dios por ello.
Después
de cenar, oramos y salimos a pasear en la ciudad por la noche.
En ese momento, yo no tenía ninguno folleto, pero aún había algunas Biblias
Chinas en mi mochilla. Entonces, me mostró dónde se ubicaban todas las escuelas
en la ciudad, y puse una Biblia en cada escuela. Créeme, las escuelas
son absolutamente el mejor lugar para poner tu propaganda religiosa. Garantizo
que cada una de esas Biblias fue recogida por algún estudiante; son tan
curiosos.
Mi
amigo no sabía de las colocaciones de las Biblias, entonces
no entendía por qué me divertía tanto. "Eso es una escuela?" "Sí, es un colegio," él me contestaría. "Me
gustaría verlo." Al llegar en la entrada del colegio, yo le preguntaría,
"Qué dice aquel letrero?" Dirigiría su
cabeza hacia el letrero y, "PLOP" allí se colocaría una Biblia. "Podrías
llevarme a otra escuela?"
Caminamos
por la ciudad y hablamos por horas. Mi amigo lee su Biblia
y habla con Dios cada día. Está muy agradecido a Dios por las pequeñas
bendiciones que ha recibido. Eso es más que lo que hace la mayoría de
cristianos. En una de sus cartas, escribió, "Cada noche, antes de
acostarme, leo un pasaje en la Biblia....Creo que pronto seré un
maestro y luego enseñaré a la gente que me rodea. Desde entonces no
estaré solo jamás. No crees que es una buena idea?"
Lo es. Ahora, no hay una iglesia para mi amigo; está solo en su fe. Porfavor,
ora que se quede cerca de Dios y que viva su vida por el Señor.
Tratos Clandestinos
Recientemente,
los creyentes de la iglesia clandestina pidieron que les suministáramos
materiales que les ayudarían a presentarles a Jesús a sus compañeros y amigos. Le
contactamos a un pastor de una iglesia clandestina y nos pusimos de acuerdo
sobre un tiempo para trasladar la literatura. Recibimos 500.000 folletos
evangelísticos de nuestros contactos. Esto duró el día entero. El punto
crítico del tralsado al contacto de la iglesia clandestina (el cual podría
haber sido observado) ocurrió dentro de 60 segundos, debido a la cooperación de
muchos.
La
noche siguiente, el pastor nos informó que apenas 4 días antes él había estado
llevando los materiales que el equipo norteamericano trajo a una conferencia de
pastores de iglesias clandestinas. Porque una neblina había llegado, el
gobierno había cerrado una carretera y el pastor tuvo que regresar con los
materiales. Luego supo que el lugar de la reunión fue atacado
inesperadamente por la policía. Dios había mandado la neblina para proteger
al pastor.
Recibimos
una ofrenda para darles a las familias de los que habían sido capturados. Mi
corazón estaba tan quebrantado por ellos que di más de lo que podía gastar, y
dentro de unos minutos uno de los norteamericanos dijo, "Dios me mandó a
darte esto." Puso en mi mano el monto exacto que yo había dado. Dios
sabe proveer por cada necesidad.
Aquellos
pastores estaban abiertos a sacrificar todo por el Evangelio. Por lo que
yo sé, la mayoría han sido excarcelados y ya han vuelto al campo para servirle
a Dios. Aleluya!
Como la Última Ciudad de los 800 Fue Alcanzada
La
"Última Ciudad" de los 800 que fue alcanzada (ver "Misión
Cumplida," arriba) tiene como nombre de cifra "Kamikaze."
"Kamikaze" es una base militar, y bases militares son como
ciudades prohibidas y extranjeros no son permitidos entrar ni pueden comprar
pasajes de bus ni tren para llegar. Solo chinos
nativos son permitidos entrar.
Mi
plan era disfrazarme, conseguir un bus para Kamikaze que
llegara entre 10 de la noche y 1 de la madrugada, "bombardear" la
ciudad con folletos evangelísticos, buscar un lugar remoto para quedarme hasta
poder tomar un taxi escapándome al pueblo más cercano, y conseguir un bus para
regresar al punto inicio.
Fue
un viaje de 24 horas por tren a la capital provincial que
hospedaría mis operaciones de esta misión. Mucha oración pedí al hogar de mi parte y Dios ya había trabajado
soberanamente en varias ocasiones. La Policía de la Frontera, puntos de
inspección, guardas en las estaciones de tren--todo fue evitado con la ayuda
del Señor. Una noche, mi relój dejó de funcionar y no fue hasta ese momento
que me dí cuenta de cuánto yo lo necesitaba para esta misión. Con ningún
conocimiento de relojes y una pequeña oración, empecé a desarmarlo. Después de
rearmarlo dos veces, volvió a funcionar. Gloria a Dios!
En
el tren, viendo por la ventana, vi que había empezado a nevar. Ya estaba en los
fines del año. Esta misión iba a estar fría de todas maneras, y la
última cosa que yo necesitaba era la nieve. Después de orar, el asunto fue
dejado en las manos de Dios. Al llegar en la capital de la provincia, la nieve
paró y el sol salió.
Un
día entero reveló mucha información. Es un
viaje muy largo a Kamikaze, pues, tomar el bus no serviría. El tren pasa por
Kamikaze a las horas indicadas--6 de la mañana de ida, y medianoche de vuelta. Es
mi plan, ir por la ciudad prohibida por la mañana y bombardearla con folletos a
la vuelta por la noche.
Metí
los folletos, Biblia, agua y mi máscara de esquiar en mi mochilla que llevaba,
guardé el resto de mis cosas en la terminal del
bus al otro lado de la calle, y subí el tren. No iba a llegar a la
ciudad indicada hasta la mañana siguiente, pues tuve un tiempo para pasar con
Dios. Deberìas entender algo de ser misionero: Mientras estás en el campo, probando
tu fe, la Biblia se convierte en algo tan real y vivo porque estás aferrándote
a Sus promesas. Cuando yo leo la Biblia en China, siempre encuentro un
mensaje que Dios está tratando de que yo entienda, o algo que necesito aplicar
diariamente. Entonces, leo la historia de Esteban llegando a ser mártir
mientras estoy en camino a infiltrar una de las principales bases militares en
China, me pongo un poco nervioso. Cuando la última parte de la historia
fuera leída, Dios habló claramente a mi corazón, llamándome por mi
nombre, "Estás dispuesto a morir en el intento de llevar el Evangelio a
esta ciudad?"
"Déjame
orar sobre esto," fue mi respuesta súper espiritual. No creía que era tan
serio, mi mente empezó a correr. Si respondo "Sí" a esa pregunta,
Dios puede decir, "Pues, morirás." Pero, si digo "no,"
puede que yo esté fuera de la voluntad de Dios por el resto de mi vida.
Qué
pasaría si esto fuera el propósito de Dios para mi vida?
Predicar el Evangelio en esta ciudad aislada que talvez nunca haya escuchado
lo que Jesús hizo por ellos. Quién soy yo para discutir con el Dios vivo?
"Sí, Señor, estoy
dispuesto a morir para llevar el Evangelio a esta ciudad."
Esto fue la respuesta
tierna y consoladora del Señor, "Pues, no tienes nada que preocuparte,
verdad?"
Mi despertadora estaba puesta
para las 5 de la mañana (0500). Quería estar despierto cuando el tren pasó
por Kamikaze para enterarme sobre cualquier pedazo de información que sería
útil en bajar esa noche. El tren se paró. Noté el letrero--ahora muy
familiar para mí--indicando el nombre de la ciudad.
Examinando lo que podía ver
de la ciudad por medio de la ventana del tren, vino una preocupación a mi
mente. Había guardas militares, policías, y personal de seguridad por todos
lados. Creaban un embudo humano que iba en cada dirección, haciendo
que todos los que bajaron del tren tuvieran que pasar por el punto de
seguridad. Solo una persona pudo pasar a la vez. Un Jeep militar
ubicado en el otro lado del portón brillaba con sus luces en la cara de cada
persona mientras los guardas en cada lado revisaban su boleto.
"Señor, cómo se
supone que yo salga de esto esta noche? Tendrás
que hacerme invisible."
Dios me recordó de una
promesa y me dio un mandato, "Cada parcela de tierra que tus pies pisan
será tu herencia. Bájate del tren."
Bajé a
la plataforma de una ciudad prohibida para extranjeros y la clamé para Dios,
diciendo, "Esta noche, el Evangelio de mi Señor, Jesucristo, será
extendido por tus calles. Este día, le perteneces a mi Dios."
Me dijeron que volviera
a subir al tren. Horas
después, llegué a punto de devolverme. Sería aún más horas antes de que el tren
empezara su vuelta a la capital provincial. Cuando estás para infiltrar una
base militar hay muchas dudas que pasan por la mente y existe una
sola Persona en el universo que las puede responder. Pasé mucho tiempo
hablando con esa Persona y leyendo una pequeña Biblia que tuve conmigo. Cada
historia que leí del libro de Hechos trató de Dios, intercediendo y ayudando a
Su gente. Como cuando encerraron a Pedro en la prisión, cuando el ángel llegó y
lo liberó, abriendo la puerta de la celda, llevándolo por delante de los
guardas, abriendo la reja de la prisión, y Pedro fue directamente a la ciudad. "Señor,
eso es lo que necesito que hagas para mí. Llevarme por delante de los guardas
y hasta la ciudad."
Otro problema pendiente era
que, una vez dentro de la ciudad, cómo saldría yo de allí?
En ese momento, leí la historia de Felipe cuando ministró al Etíope.
Después de haberlo bautizado, Felipe fue transladado instantaneamente a la siguiente
ciudad por el Espíritu de Dios. "Señor, eso sería muy útil esta
noche."
También, Dios me recordó de
la ocasión en que el siervo de Eliseo fue donde él y le dijo que había un
ejército rodeándolos para matarlos. Eliseo oró, "Señor, te ruego que abras
sus ojos para que vea." Y los ojos del siervo fueron abiertos y pudo ver
en el monte caballos y carros de fuego alrededor de Eliseo--el Gran Ejército
del Señor de los ejércitos. Y Dios consoló mi corazón porque cuando
bajara del tren en Kamikaze, habría más conmigo que con ellos. Él es un
Gran Dios!
Mi contacto me había
dicho que comprara
un pasaje para la capital provincial en vez de uno para Kamikaze para
parecer inocente en caso de que me atraparan. El problema que se me ocurrió
con eso fue que, si los guardas revisaran mi pasaje, verían que fue para otro
destino y me dirían que volviera al tren. Una idea brillante vino a mi mente.
Podría decirle a la cajera en la boletería que mi amigo chino quiere ir a
Kamikaze y no tiene los fondos y pues quiero comprarle un pasaje. Así, yo
tendría un boleto para parecer inocente y otro para pasar la
seguridad sin que sospecharan. Una sonrisa traviesa apareció en mi rostro.
Y escuché una voz benévola hablarle a mi corazón, "No dependas de la
decepción para tu victoria."
"Qué se supone que yo
haga si me hacen pasar por el punto de seguridad?"
pregunté. "Qué te dijo la persona que yo puse en autoridad sobre tí?"
"Él me dijo que pasara por el punto de seguridad, pero después que
caminara por el ferrocarril hasta que pudiera entrar la ciudad," respondí.
Y ya entendí. Si le obedecería a la persona que Dios había puesto en
autoridad sobre mí, eso me daría la bendición de Dios.
El tren llegaba a
Kamikaze y yo
estaba por la salida, llevando mi disfraz. Frenamos a parar, y el
encargado me preguntó si quería bajar. No estando seguro de qué esperar después
de lo que había visto esa misma mañana, bajé, me dirigí a la izquierda y empecé
a caminar. No hubo ningún guarda a la vista. Dios no tenía que hacerme
invisible. Justo hizo que todos los demás fueran a casa.
Un letrero anunciando el
nombre de la "Última Ciudad" estaba en plena vista. El frío era escalofriante
en ese lugar oscuro penetraba mi máscara de esquiar. Un portón abierto, medio
kilómetro atrás, había proveído una entrada a la ciudad. En el portón había un guarda
de seguridad al que yo podía escuchar alrededor de la esquina y una luz
brillante, alumbrando el área. "Señor, cómo pasaré por esto?
"Esto es tu entrada
a la ciudad," me respondió.
"Dios,
protégeme," oré. Moviéndome en silencio a través del portón, entré las
sombras en el lado opuesto y eché un vistazo para atrás. El guarda me
presentaba su espalda, viendo televisión. Ya logré entrar. Hora de
ocuparme de mi misión.
Los umbrales, las
repisas de ventana, las escaleras, todo le llevó el mensaje de la salvación a quien lo escucharía. "Señor,
rodéame con Tus ángeles. Ve antes de mí
y detrás de mí. Sé mi guardia trasero. Mantén los ojos que escrutan lejos de
mí. Muéstrame donde ir." Oré todo el tiempo. En mi mente yo podía oír
la música de la película, Misión Imposible.
El área se encerró con una
pared que la rodeaba y el guarda de seguridad que yo había evadido salió y cerró
la reja. Que bueno, ¿ahora qué? Después de bombardear el área entera con
los folletos, encontré una reja en el otro lado. Esta también tenía un guardia, pero él estaba dormido y
la reja estaba abierta. Saliendo del área a la ciudad, era como si Dios
hubiera preparado este lugar para mi venida. Normalmente, una ciudad china
está bien iluminada y hay personas por todas partes a todas horas de la noche.
Esta ciudad tenía muy poca luz y apenas había gente por allá. Así que yo
estaba libre para ir haciendo el negocio de mi Padre sin ningún problema.
Bombardeando con folletos
entre varios edificios de apartamento y alrededor de una milla de callejones,
vacié mi bolsa de folletos. Ya es hora de encontrar un lugar discreto para
quedarme hasta que los taxis empiecen a pasar. En mi camino al borde del
pueblo, un guarda andaba que me notó y brilló su linterna en mi cara. Yo lo
ignoré, manteniendo mi cabeza hacia abajo y oré. El decidió que yo no era
nadie y continuó por la dirección
opuesta.
En el borde del pueblo,
había una pared donde yo me paré para
evitar el viento frío que soplaba desde el desierto. Cinco capas de ropa
no eran suficientes. Tuve que agitarme para calentarme. Hielo se formaba en mi
máscara de esquiar. Cerrando mis ojos oré, "Señor, ahora yo
necesito que me lleves fuera de aquí. Dios, así como transportaste a Felipe
instantáneamente a la próxima ciudad, yo te pido transportarme a la capital de
la provincia." Puede que para tí sea una sorpresa--yo estaba asombrado
también--pero cuando abrí mis ojos, yo estaba todavía en Kamikaze. Ah
bien, valía un intento, ¿no?
Pues, seguí caminando en
círculos por tres horas hasta saber que ya había taxis en la estación de
tren porque estaban allí la mañana antes. Sólo unos minutos pasaron de esperar
en una posición oculta y un taxi llegó. Acercándome, quería hablar
chino lo más poco posible, así que yo justo le mostré las
características del pueblo donde quería llegar. Quedamos con un precio y
subí, pero el conductor no se movió. "Vámonos para esa ciudad," le
dije en chino, pero él solo se quedó allí y dijo cosas que no entendí.
Después de un minuto de eso,
pensé, "Quizá él se dé cuenta de quién soy." Salí y anduve
calle abajo. El entraba a la estación. "¡Que bueno! Hay policías allí."
Otro taxi llegó, pero yo no iba a volver. Unos minutos luego yo oí un vehículo
arrancarse calle abajo. Las luces andaban de aquí para allá como si ellos me
buscaran. "Señor, qué haré ahora?" Ellos
me vieron. Un hombre salió de la camioneta e indicó con la mano que me le
acercara. Correr no me sirve ahora. Cuando yo me acerqué, él empezó a ir
para a la estación. Era el conductor que traté de obtener para llevarme más
temprano. El hombre todavía en la camioneta dijo, "¿Usted quiere que yo
lo lleve allí? El precio es..." Subí y, le di gracias a Dios, esta vez
empezó a moverse. Mi conductor pasó por su casa a la salida del pueblo y su esposa
fue con nosotros. Ellos probablemente pensaron que yo era peligroso. No se
veía nada por la máscara, salvo mis ojos. Las palabras no pueden describir
el sentimiento que yo sentía mientras la ciudad prohibida desaparecía detrás de
nosotros. Ya había terminado, Kamikaze tuvo 3.450 mensajes de las Buenas
Nuevas de Jesucristo.
No subestimes el poder de la oración. No
subestime el poder de la Palabra de Dios. Dios es fiel, Su Palabra es verdadera
y El hará lo que El dijo que El haría.
Era un viaje de tres horas
manejando a mi destino. Cuándo nosotros llegamos, tomé una foto de mi conductor, de su esposa y
de el que llame mi "vehículo de huida." Una hora luego, yo
estaba en un autobús yendo para la capital de la provincia. La Ochecientoava
y "la Última Ciudad" había sido alcanzada.
Toda gloria sea dada a
Dios. Si llego a
sentirme orgulloso por causa de este logro, yo estaría robándomela de Dios Su
gloria y El no la compartirá con otro.
El Futuro de China
Creo que el día vendrá
cuando la iglesia clandestina de China se reconocerá como el movimiento más
poderoso en la historia de la iglesia. Recibimos constantemente cartas de
ésa, pidiendo Bíblias y otros materiales. No hay manera de saber cuán grande es
la iglesia clandestina, pero las estimaciones me alentan. Ora, por favor, por
ellos. Ya es hora de inundar China con el Evangelio mientras el país aún
está cerrado a religiones extranjeras. Las almas de China tienen
hambre y están gritando, "¡Debe haber más!" Dios utiliza a los
hombres. Si hacemos nuestra parte, veremos la salvación de una nación. Las
multitudes están en el Valle de Decisión. "¡Alzad
vuestros ojos y ved los campos que ya están blancos para la siega. Ya el
segador recibe salario y recoge fruto para vida eterna..." (Juan 4:35, 36)
Cartas Traducidas de China
"Encontré tu
mensaje de Jesús y puedo ver el amor por nuestro país que tú tienes por
mandar estos por todas partes, y yo veo que amas mucho al Señor para esparcir
tanto el Evangelio como haces."
"Después de que yo
encontré tu folleto, nació un interés en mí para saber más de la iglesia y
Dios. Yo ahora creo que Jesús sí murió en la cruz para salvar mi alma. Necesito
aprender y crecer, entonces me puedes ayudar? Mándame
algún material, gracias."
Contacto
La persona que vivió
estas aventuras
desea seguir anónimo con tal motivo de no arriesgar los viajes
futuros. Sin embargo, él puede ser contactado por su iglesia local o por el
ministerio que él representa. Estas conexiones se proporcionarán en una fecha
posterior. Hasta entonces, contáctalo por eturner@jesusislord.org
Por favor, nota que aunque la meta de alcanzar las 800 ciudades de China para el año 2000 por este método se ha logrado, ¡El trabajo no se termina! ¡Únete!
Última Actualización 10/28/2009
Música de Fondo es: My Tribute (Mi Tributo) by (por) Andre Crouch
¿Cómo
puedo decir "gracias" por las cosas que Tú has hecho para mí?
Cosas tan inmerecidas, pero siempre me las diste para demostrar Tu amor por mí.
Las voces de un millón de ángeles no podrían expresar mi gratitud;
Todo lo que soy y jamás espero ser, te lo debo todo a tí.
A Dios sea la gloria, a Dios sea la gloria,
A Dios sea la gloria por las cosas que El ha hecho.
Con Su sangre El me ha salvado; con Su poder me ha levantado;
A Dios sea la gloria por las cosas que El ha hecho.
Solo deja que viva mi vida; permite que te sea complacedor, Señor, a Tí.
Y si gano cualquier crédito, permite que ése vaya a la Calavera.
Con Su sangre El me ha salvado; con Su poder me ha levantado;
A Dios sea la gloria por las cosas que El ha hecho.
A Dios sea la gloria, a Dios sea la gloria,
A Dios sea la gloria por las cosas que El ha hecho.
Con Su sangre El me ha salvado; con Su poder me ha levantado;
A Dios sea la gloria por las cosas que El ha hecho.
(Etc.)